Estados Unidos asistía a la emisión más vista de la historia. La Super Bowl reunía delante del televisor a más de cien millones de espectadores para vivir uno de los días más importantes para el deporte del país.
Justin Bieber y Selena Gomez, no obstante, decidieron hacer especial un domingo fijado en la agenda de medio mundo por la final de la NFL. La pareja, ajena a lo que se movía en Texas, se echó a la calle a pasear su amor.
Juntos, sonrientes y cogidos de la mano, la joven pareja se dejó ver por el paseo marítimo de Santa Mónica el pasado 6 de febrero, donde hubieron de regalarse abrazos y más de una mirada cómplice.
No fueron suficientes las intentonas de la cantante por esconder su cara mientras era fotografiada por paparazzi y anónimos. Sin embargo, ni la negativa de la familia Gomez, ni aquella de Justin Bieber que afirmó una simple amistad impidieron que los adolescentes despejaran unos rumores que ya les unieron como pareja tras aquel beso en el Caribe, un beso que, ya hoy, tiene su secuela y, esta vez, en público.
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